En lo más alto de las montañas de Vijes, Valle del Cauca, nace Café Mensajero: un café de especialidad que no solo se cultiva, sino que se cuida y se honra. Cada grano es seleccionado manualmente, con el mismo cuidado con el que se resguardan las historias que queremos contar. Nuestro café es 100% colombiano, libre de químicos, cultivado de manera responsable en la Finca La Manuela a 1.600 msnm y procesado por método lavado, resaltando su perfil limpio y brillante con notas de vainilla, azúcar morena, cereza, té negro y hierbabuena.
Más que un producto, Café Mensajero es una voz. Es el mensaje de la tierra que ha sido sembrada con amor por manos sabias. En nuestra finca trabajan el tío Delio, Don Alfredo, Emiro y Oliver, hombres que pertenecen a la comunidad local, que conocen el ritmo de la montaña, que respetan la tierra. Durante la temporada de cosecha, abrimos nuestras puertas a personas de la vereda, fortaleciendo el vínculo con nuestra comunidad.
La historia de Café Mensajero nace de un gesto silencioso. Mi tío Delio, campesino de toda la vida, empezó sembrando café en la finca sin que nadie lo supiera. Cuando mi papá entró un día a su cuarto y sintió ese aroma profundo e inolvidable, entendió que ahí había algo especial. De ahí nació la idea: elevar ese gesto silencioso a un proyecto con alma, que hablara de nuestras raíces, de la tierra que nos sostiene y de los lazos que nos unen.
Para mí, Café Mensajero representa más que una marca: es un recordatorio de la conexión con nuestras raíces, de la fuerza de la unión familiar, de la importancia del consumo responsable y del respeto por la naturaleza. Cada grano cuenta una historia: la de las manos que lo sembraron, cuidaron y cosecharon. Y hoy queremos compartirla contigo. Porque más que un producto, es un puente entre quienes cultivan con el alma y quienes valoran cada historia detrás de un buen café.
